“Misa de Réquiem”, un ruego por las almas de los difuntos, y otros clásicos de música sacra culminaron con el apoyo masivo del público en la trigésima primera versión del concierto de Viernes Santo, realizado con el auspicio del Banco de Reservas en la Catedral Primada de América.
El Coro de la Catedral, su sección de Niños y Orquesta estuvo a cargo de la ejecución de la pieza musical, que tuvo como atractivo principal la magistral interpretación de la composición del maestro dominicano José de Jesús Ravelo.
El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Monseñor Francisco Ozoria Acosta, acompañado de Mirjan Abreu, directora general de Negocios Personales de Banreservas, en representación del administrador general de la institución, Simón Lizardo Mézquita, presidieron el tradicional concierto.
En la ceremonia músico religiosa, que reunió a decenas de feligreses, también se entonaron las canciones “Guárdanos Señor Contigo”, de Johann Sebastian Bach; el “Himno Eucarístico Ave Verum Corpus”; “In Monte Oliveti”, de Giovanni Battista Martini, entre otras piezas sacras.
Mientras que la soprano Ondina Matos, la mezzosoprano Glenmer Pérez, el tenor Modesto Acosta y el bajo Eddison Samuel Féliz, dirigidos por los maestros Andrés Capellán y Rafael Calderón, cautivaron con sus voces a los presentes.
El Réquiem fue compuesto en el año 1940, pero su autor no pudo escucharlo completo. El estreno se efectuó después de su muerte, en una misa celebrada en su memoria, el 15 de enero de 1952, en la Catedral de Santo Domingo.
José Delmonte Peguero, maestro de Capilla, coordinó la producción general del concierto, que se inició a las 8:00 de la noche, en la Basílica Catedral Metropolitana de Santa María de la Encarnación, Primada de América.